Cuando caminaba sin rumbo
aparecía aquella puerta,
aparecía aquella puerta,
tenue pero férrea, inmóvil
la he tocado con dedos imperceptibles
la he sentido en mis manos temblorosas
y veo su silueta dibujada, que se perfila ante mi
como la esperanza…
Yo que temía abrirla la he abierto de par en par
y él está ahí, como una estatua viviente
con rostro de muchas aventuras
con sus ojos cuajados de tristezas no dichas
con su boca muda de palabras,
pasos recorridos sin mi
y sin embargo me ofrece contarme su historia.
Una puerta que se abre y me ofrece un mundo diferente
en una habitación de un alma dolida
de un corazón que late acongojado
un cuerpo de hombre que me ofrece sus manos
y un espíritu lleno de fortaleza.
Disfraza sus incertidumbres con sonrisas
y sus tristezas con ilusiones pintadas de esperanza,
es un hombre bueno golpeado por la vida
con el corazón ardiendo tardíos veranos
y un cuerpo aun lozano pidiendo amor sin decirlo.
La puerta yace abierta aún y por un momento
mi alma se llena de dudas, temores, interrogantes…
¿será el a quien yo he esperado todos estos años?
¿será mi alma gemela, el amor perfecto, el amor sublime?
no puedo más, el corazón late alocado,
Él es a quien yo tanto he buscado
entonces… cierro la puerta tras de mí
no me importa que suceda, si es breve, si es para siempre
O si no lo es… solo sé que él me espera
¿Qué me importa el antes y el después?
he de vivir intensamente este sentimiento
que empieza a germinar en mí.
Vicky E.Durán
1 comentario:
Hermosos sentires de tu corazón repleto de sueños Vicky, me gustó mucho tu tierna inspiración. Un abrazo muy especial para ti y mis felicitaciones amiga linda.
AZUL
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