Límites y resistencias...

Si hasta ese hilo grueso revienta por lo más delgado
y los lazos blancos se vuelven negros y ajados
S i la soga ante el cuchillo se vuelve pedazos desatados
y un cabello que se jala suele ser arrancado…

Si una cadena siempre porta un eslabón más desgastado
y el acero resistente sucumbe ante el peso no calculado,
si las piedras se vuelven lava ante el volcán despertado
y el roble cae ante el hacha del hombre desalmado…

Si las tinajas que portan el vino más preciado
son endebles pues son de barro quemado,
si hasta el cristal más fino, caro y delicado
se hace añicos al caer en piso ornamentado…

Si hasta el amor más permisivo y confiado
se cansa un día de ser constante examinado,
¿de qué material debía estar hecho mi corazón enamorado?
¿de hilo? ¿de lazo? ¿de soga? o ¿ de cabello largo?

¿En dónde está el límite que no debe ser traspasado?
¿en donde la resistencia del ser que más ha amado?
¿en las cadenas, en el acero, en las piedras o en el roble centenario?
¿en el cristal cortado o en las tinajas de barro?

Solo se tiene la certeza profunda cuando el límite se ha cruzado
solo se tiene la tristeza cierta de no poder seguir soportando
se siente muy dentro que la resistencia se ha doblegado
y el corazón poco a poco se está desangrando…

Vicky E.Durán
Julio 2010

Éxtasis

Miradas en la noche, cómplices, febriles,
manos que se unen en un punto de encuentro
dulce, tierno, pasional, vibrante,
besos que queman, que adormecen,
que recorren la piel candente
laxitud exorbitante en cuatro paredes,
techo que esconde el delirio
de palabras amorosas, entrecortadas,
de caricias que avanzan desaforadas,
suspiros perdidos en un ambiente exaltado,
y en medio de la habitación el deseo despierto.

Mis caderas se ensamblan con las tuyas,
te desean
te aprisionan
te succionan,
te presienten…
mientras mi boca destila el verso de amor
y en mi mirada… luz eterna.

Flor que extrae de tus entrañas
el palpitar de tu ser excitado
vertiente que se concentra caudaloso,
rio vertiginoso que en las orillas deja espumas,
vientres que se unen una y otra vez
danzando sin fin el baile de los amantes
roca que se vulcaniza en lava quemante
y cuando se siente que la vida acaba
en un último suspiro sofocado,
la vida desborda en océano de olas muy altas
trayendo marejadas en las playas encantadas.

Éxtasis in crescendo
éxtasis infinito
queda impreso
en el recuerdo
en la piel
en el alma
en el corazón
en los sentidos
de dos amantes que se despiden
sin tiempos, sin lugares definidos…

***

Vicky E.Durán

Julio 2010